Que tan difícil
resulta para una persona saber en que momento debe decir la verdad, y peor aun
descubrir que realmente es verdad,
entonces; en lo más profundo de mi ser, allí donde convergen un sin fin de
pensamientos, como lluvia precipitada que muere en el pavimento ardiente y
vuelve recargado, cuestiono sinceramente ¿Qué es la verdad?
Aun cuando
pudiera escribir un ensayo del tema tratando de entender y expresar los que siento sobre la verdad, es imperante
hacer conciencia; pero no aquella superficial que cause una ligera mueca de
satisfacción, como si entendiésemos lo que hemos leído, ni asintiendo la cabeza
tratando de auto convencernos que lo visto allí te hace reflexionar, cuando
luego de mirar hacia otro lado simplemente vuelves a lo mismo, aquello solo te
convierte en hipócrita de tus propios deseos. He aquí el inicio sobre la
búsqueda de la verdad. Se sincero contigo mismo.
La única forma
de llegar a conocer realmente la verdad, es dominando perfectamente y al punto
de poder descartar aquello que nos rodea
todo el tiempo, todo el día, en todo el mundo, LA MENTIRA. Si he de tratar de
decir la verdad no puedo ocultar a la mentira, y es bien sabido por nosotros
que preferimos a la segunda mencionada pues resulta menos dolorosa, convirtiéndose
en nuestro escudo protector antes de enfrentarnos valientemente a la dura y al
final siempre triunfante verdad. Solo cuando haya descubierto todas las
mentiras que envuelven mi vida tendré la capacidad y fuerza necesaria para
romper las barreras de cualquier complejo que hasta ese momento haya limitado
mi desarrollo personal, solo ahí podre sentir libertad de pensamiento, libertad
de palabra, y de obra. No trates de evitar la mentira, conoce bien a tu rival así
podrás vencerlo.
Como ser humano
tendremos nuestra mejor victoria, mostrar al mundo lo que somos con sinceridad.
Solo aquellos que se han mostrado de esta forma han dejado huellas imborrables
en el corazón de millones de personas, así como aquel extracto de la canción
del compositor cubano Carlos Puebla que en 1965 dedico al comandante Che
Guevara… “aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida
presencia comandante Che Guevara”….
buen editorial
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