viernes, 9 de agosto de 2013

ALMAS EN PENA

Santiago Nazur,  jamás sospecho que al final  de aquel misterioso sendero, en el  olvidado y lúgubre  callejón, la muerte lo estaba esperando.  Justo allí; Los gemelos Márquez  se habían fundido con la oscuridad tratando de ocultar sus perversas intenciones. Ellos nunca habían cometido un delito, peor  un crimen, sin embargo; la muerte de su pequeña hermana  Ángela de 15 años  brutalmente estrangulada y violada, era motivos suficientes para convertirlos  en desalmados asesinos.  La justicia se deleitó presentando a varios sospechosos del execrable hecho, aunque nunca pudieron  vincular a ninguno de ellos. El tiempo se encargó de sepultar las investigaciones y las fuerzas de los familiares de la joven se desvanecían en cada trámite; que solo se convertían en agujeros negros  tragándose sus afligidas almas. Pero fue un  escalofriante hallazgo que lo cambio todo.

Un día, mientras los gemelos desmontaban las cosas del cuarto de su hermana, encontraron un extraño cofre, no tenían llaves, asi que tomaron un martillo  y con un  fuerte golpe, lograron abrirlo. En su interior hallaron varias fotos de Santiago Nazur, un apuesto joven  de 20 años,  que vivía a cinco cuadras de la  familia Márquez.  Las fotografías habían sido tomadas por la adolescente con una cámara que le regalaron en su último cumpleaños. Además vieron algunas notas en papel de cuaderno, donde ella  expresaba su amor por el joven, el mismo que tenía fama de enamorador;  no había una chica en la cuadra que no deseara ser amiga del adonis. La rabia cegó la cordura de los hermanos quienes salieron armados con palos hasta la casa del que ellos pensaban era el responsable del crimen.  Al llegar,  los reclamos retumbaron en todo el vecindario. Al rato el tumulto era considerable. Sin opciones de escapar  Santiago  salió a la calle con un rifle propiedad de su abuelo –La mentó la muerte de Ángela, pero no soy responsable; ahora lárguense  o los mato – grito el chico apuntando a los hermanos Márquez; los mismo que, acorralados se retiraron, no sin antes dejar una seria amenaza de muerte – no habrá mejor justicia que la de nuestras manos- sentenciaron los gemelos.

La amenaza de matarlo estaba a pocos metros de su llegada al callejón, donde  fue sometido de forma brutal. Sin decir una palabra  ellos  acertaron varias puñaladas que los baño de sangre y mato en joven desdichado. El cuerpo fue abandonado en un botadero de basura a pocos metros. Al día siguiente el barrio amaneció con la noticia que se podía leer en todos los periódicos: fue capturado el asesino de la joven Ángela Márquez. Se trataba del conserje del colegio donde ella estudiaba. En poder del criminal se halló fotos de varias niñas y vídeos prohibidos. El vértigo invadió  a los recientes  asesinos Márquez que no podían creer  haber matado a un inocente. Después de aquello se enteraron que el amor entre los jóvenes era reciproco pero nunca paso de lo platónico. Dicen que ambos espíritus vagan por las calles del barrio intentando encontrarse aun después de muertos.