sábado, 6 de abril de 2013

CUENTO: CAMINO HACIA EL INFIERNO



    La carretera parecía que se perdía entre la oscuridad y la espesa montonera de maleza. El sonido de su ofuscada respiración retumbaba en su cabeza carcomiendo la poca conciencia que le quedo luego de matar a su mujer con treinta puñaladas que perforaron sus pulmones y alcanzaron a partir su corazón. En el barrio le decían EL DIABLO, porque donde iba llevaba el infierno consigo. En su mano derecha colgaba el cuchillo que utilizo para ejecutar  a la mujer que había jurado amar, pero que sin ningún remordimiento dejo en la sala de la  casa en medio de un charco de su propia sangre. Mientras caminaba, a lo lejos de aquella carretera baldía se podía divisar un destello de luz, la distancia era muy grande para saber  lo que era,     aunque   el bastardo criminal sabía lo que le esperaba.


   Cada paso que daba aun con sus ropas ensangrentadas lo acercaban más hacia el resplandor que empezaba a tomar un tono maléfico.  A quien bien llamaban El diablo por todos los males que había cometido, estaba a las puertas del mismo infierno. Al llegar, se encontró frente a una multitud enardecida con antorchar prendidas,  que reclaman al maldito asesino. La tarde del crimen los gritos desgarradores de su mujer mientras era asesinada,  alertaron a los vecinos que solo alcanzaron a comprobar el fatal destino de una mujer que vivía su propio calvario.  Aquel fue el último acto abominable que el diablo hacia, pues la gente del pueblo juro que tendrían venganza. 



   Visiblemente cansado, y aturdido, El Diablo se encontraba en medio de un círculo de fuego que habían formado las antorchas, la intensidad del calor empezó a causar efecto y la gente consciente de eso lentamente empezó a cerrar el camino acercando más y más las llamas. Casi cerca, la humanidad del perverso  no podía ser indiferente. El calor empezó a penetrar sus pulmones que se quemaban por dentro, ni si quiera los pataleos del asesino impidieron llevar el fuego hasta su cuerpo, y matarlo en una gran hoguera formada para ese fin. Cientos  fueron  testigos de cómo el propio demonio sucumbía ante el poder de las llamas.  En medio de aquel homicidio una voz de ultratumba declaro vengarse de todos en el pueblo. El fuego consumió todo el cuerpo y el humo que emergió así como el horrendo olor a carne quemada, provoco extrañamente una lluvia que apago los  restos del criminal y baño a todos en ese momento.

Después de aquel día todos los que recibieron la lluvia, murieron paulatinamente, y en eventos por demás espantosos,  la gente decía que era la maldición del diablo que juro vengarse. En poco tiempo el pueblo quedo solitario y la leyenda se tejió en la carretera con un  letrero que    decía:   << CAMINO HACIA EL INFIERNO >>

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